Lo más habitual cuando alguien empieza a hacer ejercicio es ponerse a hacer lo que más le gusta, o lo que ha oído o le han dicho que es lo mejor (pesas, correr, nadar, spinning, crossfit, zumba, body…). Quizás se haya planteado un objetivo claro y medible en el tiempo para ver si hay mejoras.
Pero probablemente no sabrá si hace lo correcto hasta que pasado un tiempo vea resultados. ¿Qué pasa si no aparecen? ¿O aparecen a costa de molestias o lesiones que rompen el ritmo de trabajo? Surgen las dudas ( o cómo me gusta llamarlo, los «ysis» ): ¿Y si no estoy haciendo lo correcto? ¿Y si en lugar de esto hubiera empezado por lo otro? ¿Y si hubiera estado atento a las señales de mi cuerpo? ¿Y si… me hubiera puesto en buenas manos?
Nadie está exento de lesionarse, pero sí de reducir al mínimo posible el porcentaje de probabilidades. Por ello es muy importante saber valorar las funciones principales del cuerpo para detectar y corregir posibles desequilibrios y asimetrías. ¿Cómo?
Evidentemente, hay muchos tests de distinta índole. Unos muy costosos por su inversión tecnológica, otros no tanto pero muy fiables y también basados en evidencias científicas.
Personalmente, uso y me encanta el «Check your Motion», creado por el Dr. Pedro J. Marín. En él se valoran: tobillo, cadera, CORE, hombros y la relación entre todos para ver las posibles disfunciones y a partir de ahí se crean ejercicios adaptados a cada persona y siempre sin perder de vista el objetivo final de cada individuo.
Para más información visita www.checkyourmotion.com