Ya tenemos aquí la mágica noche de San Juan. Es una de esas fechas marcadas en el calendario y en las que la gente se suele hacer buenos propósitos como en año nuevo u otras fechas señaladas.

Muy común en algunos clientes decir: ahora hasta san Juan vamos a ir a tope. Me río y pienso: Sí! ¿y luego?

No está mal fijarse objetivos, es más, es muy importante. Pero no es necesario fijar una fecha señalada para dar el paso a la acción. Uno debe empezar cuándo esté convencido que necesita un cambio, una mejora, un retoque,…

Y este paso inicial a la acción sólo puede venir por dos motivos:

  • Porque buscamos placer (por ejemplo: al ir a correr un ratito, nos sentimos orgullosos, contentos y nuestra energía aumenta)
  • Porque tenemos el suficiente dolor interno que nos crea un resorte para empezar a actuar (por ejemplo: nos han detectado un nivel alto de colesterol y el médico nos ha advertido de los riesgos, o de repente nos miramos en el espejo en bañador y vemos una figura no deseada, a veces irreconocible que nos hace saltar las alarmas)

Así que vamos a aunar todas estas situaciones:

  1. Aprovechando que san Juan ya está aquí, ya tienes la fecha de inicio, y no puede ser otra
  2. Mírate en el espejo. Durante un par de minutos observa  tu cuerpo por zonas. Analiza si hay alguna parte que podría mejorar gracias al ejercicio físico (ya has encontrado los puntos de dolor emocional)
  3. Sal 30′ a andar (no pasear ) fijándote un recorrido a realizar asumible en ese tiempo y disfruta de ello (en caso de conseguirlo, que estoy seguro, valora cómo te sientes de energía y de ánimo, probablemente aparezcan sensaciones placenteras)
  4. Fija de inmediato una nueva fecha para el día siguiente con un objetivo similar al del primer día, pero aumentando un poco la exigencia.
  5. Repite el paso 4 hasta estar convencido y satisfecho de lo que estás haciendo.

¡¡¡FELICIDADES POR PONER EN PRÁCTICA TU PROPÓSITO!!!